Espiritu Muerto 666
  María Sangrienta
 
La Leyenda María Sangrienta (Verónica)

La Historia de María Sangrienta:

Dentro de las leyendas urbanas, la de Verónica, Candyman, o también conocida como Bloody Mary, que para el caso es lo mismo, se ha convertido en un relato con muchas variantes. En Internet podrás encontrar distintas historias. Yo elegí una y me gustaría que opines sobre el mensaje que se quiso dar, ya que todo relato tiene uno y aquí no lo encuentro. Salvo que se refiera a los celos, la venganza o la locura. La advertencia es que si te colocas frente a un espejo a medianoche con tijera en mano mientras repites su nombre tres, cinco ó nueve veces (este dato no es concreto, salvo que son números impares)… Verónica se aparece y clavará las tijeras en tu corazón. Por supuesto que esto no tiene ningún sentido. En fin, insisto en que no entiendo mucho esta leyenda, tal vez tu tengas las respuestas. Lo único cierto es que estos relatos normalmente se originan en un caso real que se va recreando y deformando al pasar de boca en boca.

Aquí va el cuento: Carolina y Verónica eran dos jóvenes novicias de un convento, el cual, actualmente, es un colegio de Primaria y Secundaria. Estas jóvenes habían sido amigas desde la infancia y juntas habían decidido convertirse en religiosas. Durante el último año de sus estudios se celebró en el convento una pequeña convivencia religiosa en la que participaron las otras congregaciones de la comarca. De una de ellas procedía un joven que había sido criado por los monjes debido a que su madre lo abandonó, este joven era bastante atractivo y Carolina se enamoró de él a pesar de sus votos. Por otro lado Verónica también se enamoró de él, pero lo mantuvo en secreto hasta que una noche Carolina fue a buscarla y la encontró en la habitación del joven acostándose con él. Carolina salió corriendo de la habitación gritando sin darle tiempo a Verónica de explicar que había renunciado a la vida religiosa y había decidido casarse con el joven. Al ver que era imposible que Carolina atendiera a razones decidió acostarse y que ya hablaría con ella por la mañana. Pero esa mañana nunca llegaría para ella. Por la noche Carolina tomó las tijeras que usaban en los talleres de costura, las cuales estaban atadas a un lazo rojo para poderse colgar del cuello y así no perderlas. Esta se dirigió sigilosamente hacia el cuarto donde se hallaba Verónica durmiendo, se acercó a la cama, levantó las tijeras abiertas y se las clavó a Verónica en el pecho al mismo tiempo que esta gritaba su nombre. Asustada por lo que había hecho, Carolina tomó el cuerpo de Verónica y lo enterró en el huerto del convento con las tijeras todavía clavadas en el pecho. Al año siguiente Carolina seguía estudiando en el convento y todo el mundo creía que Verónica se había fugado con aquel joven del que se había enamorado, pero la noche en la que se celebraba el aniversario de la muerte de Verónica, Carolina comenzó a escuchar un ruido de pasos en el corredor que se dirigían a su habitación, de repente la puerta se abrió y Carolina fue incapaz de abrir los ojos hasta que un escalofrío recorrió su cuerpo estremeciéndola de miedo que le hizo abrirlos y observó el cuerpo putrefacto de su amiga la cual sujetaba en las manos las tijeras con el lazo rojo. En cuestión de segundos Verónica clavó las tijeras en el corazón de su amiga dándole muerte. Al día siguiente las hermanas de la orden hallaron sobre la cama de Carolina las tijeras con el lazo rojo y una pequeña Biblia en cuyas tapas Carolina relataba lo sucedido una noche hacía ya un año cuando por celos había matado a su mejor amiga.

Nota: Se dice que el espíritu de Verónica todavía vaga buscando venganza y que uno de los rituales más comunes para invocarla consiste en una tabla de ouija, una Biblia abierta por la mitad y unas tijeras abiertas rodeadas por un lazo rojo, pero esto es muy peligroso de hacer, ya que si aparece Verónica y encuentra a alguien en la reunión con los mismos sentimientos de celos y odio que su amiga Carolina, le clavará las tijeras en el corazón. Si te pones delante de un espejo de noche y a oscuras con tres velas encendidas, e invocas a Verónica diciendo su nombre tres veces (una por cada vela) aparece reflejado en el espejo la fecha de tu muerte en el vaho producido por las velas. Una variante nos dice que además del espejo, con las luces apagadas, hay que girar en círculos mientras vas diciendo el nombre, comenzando por un murmullo, que va subiendo de tono cada vez más hasta ser casi un grito. En ese momento verás a Verónica, asomándose desde el espejo.

Orígenes: Se supone que el origen de la leyenda surge del uso de los espejos para invocar a los espíritus y la creencia que los espejos eran puertas interdimensionales por las que los espíritus, demonios o seres de oscuridad podían llegar a nuestro mundo. Otro posible punto que causó el inicio de esta leyenda tiene que ver con una costumbre de Noche de Brujas que se realizaba en la época medieval y victoriana: las damas casaderas tomaban un espejo de mano, y al sonar la media noche debían subir una escalera caminando hacia atrás, a oscuras y sosteniendo en una mano el espejo y en la otra una vela encendida. En el reflejo del espejo verían la imagen de su futuro esposo. Pero si ellas veían en lugar de su prometido, una cara como calavera, esto quería decir que estaban destinadas a morir antes de casarse.

Recomendación: Ante la duda te sugiero que no lo hagas… porque “Todo es posible en la dimensión desconocida”…

ENVIADA POR: LilithDark666
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